
Primera Luna, Día 1.
Llueve con sol. Cocha pronto aparecerá en los cielos. Quizás sea la última vez. Los Dioses extraños han apresado a Atahualpa, han sometido varias provincias. Su armamento mágico es invencible, escupe fuego sobre nosotros. Sus pieles impenetrables y sus bestias bufantes, descargan sobre el Inca su ira divina. No he comido en días. Mi mazo, que en otros tiempos hizo de mí un guerrero invencible, parece un trozo de madera inútil. ¿Por qué no podemos siquiera defendernos? ¿Por qué nuestros dioses no nos defienden? ¿Por qué no se defienden? Parece que la única perfección de nuestros dioses es su ausencia. La indiferencia, su única altura. Es el coraje la única libertad que nos queda a los hombres. Hoy Moriré como un Inca.
Primera luna, Día 25.
Me he salvado. Los dioses, a los que reprochaba, me salvaron, ¿Cómo pude haber dudado de ellos? Han asesinado a Atahualpa, pero yo estoy vivo. Las provincias que estaban bajo el dominio del Inca se están rebelando. Ya no soy un Apunchic, camino en busca de comida, temo morir de hambre.
Segunda Luna, Día 17.
He caído preso de los dioses extraños. No son dioses, son hombres. No me han matado por mi vestimenta de Apunchic. Creen que todavía tengo poder. Me piden metales preciosos y yo los llevo por caminos estrechos y laderas empinadas. Se que no encontraré nada, sólo los retengo un poco, me retengo un poco.
Tercera Luna, Día 26
Me exigen que bese un símbolo, una cruz, que abandone a mis dioses y acepte al suyo. Si no hago esto van a quemarme. Puedo hacerlo, nada significa. No pueden ver dentro de mí, no pueden saber lo que siento.
Cuarta Luna, Día 12
Yahuar está preso conmigo. Yahuar escribe como los extraños. Yo le cuento lo que siento y el escribe. Los dos estamos muy tristes, tristes por el Inca. A los dos nos piden que traigamos brillantes y doradas lágrimas de Inti. No podemos traerlas, no las tenemos.
Cuarta Luna, Día 30
He comprendido por que los extraños juntan las lágrimas de Inti, son las pruebas de que su Dios hace llorar al nuestro, que puede vencerlo y someterlo. Pero hace tiempo que Inti no llora. Inti no se rinde.
Quinta Luna, Día 18
Yahuar me enseñó a escribir antes de que lo quemaran. Estas serán mis primeras y últimas líneas. Mañana van a ahorcarme, mañana descenderé a Ukju Pacha. Allí podré llorar al Inca.
Llueve con sol. Cocha pronto aparecerá en los cielos. Quizás sea la última vez. Los Dioses extraños han apresado a Atahualpa, han sometido varias provincias. Su armamento mágico es invencible, escupe fuego sobre nosotros. Sus pieles impenetrables y sus bestias bufantes, descargan sobre el Inca su ira divina. No he comido en días. Mi mazo, que en otros tiempos hizo de mí un guerrero invencible, parece un trozo de madera inútil. ¿Por qué no podemos siquiera defendernos? ¿Por qué nuestros dioses no nos defienden? ¿Por qué no se defienden? Parece que la única perfección de nuestros dioses es su ausencia. La indiferencia, su única altura. Es el coraje la única libertad que nos queda a los hombres. Hoy Moriré como un Inca.
Primera luna, Día 25.
Me he salvado. Los dioses, a los que reprochaba, me salvaron, ¿Cómo pude haber dudado de ellos? Han asesinado a Atahualpa, pero yo estoy vivo. Las provincias que estaban bajo el dominio del Inca se están rebelando. Ya no soy un Apunchic, camino en busca de comida, temo morir de hambre.
Segunda Luna, Día 17.
He caído preso de los dioses extraños. No son dioses, son hombres. No me han matado por mi vestimenta de Apunchic. Creen que todavía tengo poder. Me piden metales preciosos y yo los llevo por caminos estrechos y laderas empinadas. Se que no encontraré nada, sólo los retengo un poco, me retengo un poco.
Tercera Luna, Día 26
Me exigen que bese un símbolo, una cruz, que abandone a mis dioses y acepte al suyo. Si no hago esto van a quemarme. Puedo hacerlo, nada significa. No pueden ver dentro de mí, no pueden saber lo que siento.
Cuarta Luna, Día 12
Yahuar está preso conmigo. Yahuar escribe como los extraños. Yo le cuento lo que siento y el escribe. Los dos estamos muy tristes, tristes por el Inca. A los dos nos piden que traigamos brillantes y doradas lágrimas de Inti. No podemos traerlas, no las tenemos.
Cuarta Luna, Día 30
He comprendido por que los extraños juntan las lágrimas de Inti, son las pruebas de que su Dios hace llorar al nuestro, que puede vencerlo y someterlo. Pero hace tiempo que Inti no llora. Inti no se rinde.
Quinta Luna, Día 18
Yahuar me enseñó a escribir antes de que lo quemaran. Estas serán mis primeras y últimas líneas. Mañana van a ahorcarme, mañana descenderé a Ukju Pacha. Allí podré llorar al Inca.
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